Decidió mandar a una embajadora que se encargara de convencerle. envió a la cortesana llamada Lalegre, que guiada por el pastor pronto encontró a Enkidu. Antes de explicarle su cometido le agasajo con regalos y hermosas palabras, solo después en un ambiente favorable le pidió que fuera con ella a Uruk, que su rey quería conocerlo. Enkidu aceptó.
jueves, 18 de octubre de 2007
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