Al llegar a Uruk, el pastor corrió a contar lo sucedido a su rey. Gilgamesh quedó tan sorprendido con el relato de Arare que, incrédulo de ello, decidió que tenía que conocer a ese ser lo antes posible. ¿Pero cómo? este ser no parecía atraído por la vida de la ciudad, sino todo lo contrario, en su pureza disfrutaba de la vida con la naturaleza.
miércoles, 17 de octubre de 2007
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