En los años sucesivos, en la soledad de su palacio, Gilgamesh recordará con amor y cariño las aventuras corridas con su amigo Enkidu, los días llenos de alegría e ilusión de entonces, ¿serán estos recuerdos la inmortalidad? también recuerda las palabras de Siduri “la tabernera” –vive el día a día, se feliz y haz feliz a todos de tu alrededor–. Gilgamesh decide vivir y ser un gran rey, amado y recordado por su pueblo. Cuenta la historia que reino durante muchos años, hizo grandes conquistas y dio gran riqueza a su reino. aún hoy le recordamos.
sábado, 8 de diciembre de 2007
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